Marketing y publicidad

Licitaciones ¿Un negocio rentable para las agencias?

Por: Pamela Larrea
15/8/2022

Para cualquiera que ha trabajado en una agencia de publicidad, la palabra LICITACIÓN trae consigo muchos sentimientos encontrados. No solo es trabajo extra para su gente, es tiempo invertido, ideas y más ideas que se tachan una y otra vez, hasta alcanzar el máximo potencial de una campaña que logre ser lo suficientemente vendedora para convencer a un cliente del cual se conoce muy poco; también está el lado de la competencia, el hambre por ganar, por demostrar la capacidad y el talento de un equipo, la ansiedad por saborear la victoria.

¿Pero es realmente un negocio rentable como agencia? O es solo lanzar una carnada a una industria que se canibaliza cada vez más por conseguir un fee.

Muchos dirán que debido a la situación económica en que se encuentra el país, ser invitado a una licitación, es realmente una oportunidad, sin embargo, considero que hoy en día se está volviendo una competencia injusta, donde no quedan claros los parámetros de evaluación y donde muchas veces, te enteras que no fuiste seleccionado por rumores de pasillo de la agencia vecina.

Como toda competencia, es necesario establecer parámetros para poder conocer exactamente el terreno que estás pisando y a qué te enfrentas. Si lo que se busca como empresa, es a la agencia que ofrezca “la mejor oferta económica” pues no considero necesario exigir 3 campañas creativas, pues las ideas no serán valoradas, en ese caso, sería más fácil licitar a través de un sobre cerrado.

¿Cuándo ha sido permitido, ir a cenar a 4 restaurantes diferentes y pagar solo la cuenta del plato que más nos gustó?

La industria debe ponerse firme y exigir licitaciones de verdad, con briefs bien hechos, con calificaciones medibles y con los insumos claves para poder hacer una presentación a la altura. Pero en un mercado donde en cada esquina te rebajan el fee, es imposible conseguir una participación justa y muchos menos exigirle a un equipo que “se ponga la camiseta” a cambio de unas pizzas por la noche.

Esto es un tema de conciencia en el medio, tanto para clientes como agencias. Llegó el momento de subir la vara, de hacer las preguntas del caso, de negociar y valorar el trabajo que están dispuestos a entregar y a recibir. Es hora de que la competencia sea justa, de que seamos rivales dignos de admirar.

Clientes, si están leyendo esto, es momento de exigir con responsabilidad y tomar decisiones que sean buenas para sus empresas pero solventables a través del tiempo. Agencias, seamos más selectivas y aprendamos a valorar el trabajo, que con esfuerzo presentamos en una licitación.

El trabajo no se regala y eso no es negociable, si vamos a licitar, hagamos que valga la pena.